EL PSIQUIATRA HERIBERTO GONZÁLEZ
CONSIDERA QUE UNA PARTE DE LA SOCIEDAD VENEZOLANA HA SIDO PROGRAMADA DURANTE 14
AÑOS, MEDIANTE UNA GUERRA DE CUARTA GENERACIÓN
Credito: Annel Mejías
Guiza, Correo del Orinoco
22
de abril de 2013.- El psiquiatra Heriberto González considera que una parte de
la sociedad venezolana ha sido programada durante 14 años, mediante una guerra
de Cuarta Generación, con el fin de estar preparados para la batalla, desear
pelear y atacar a la otra y al otro, como se vivió durante el lunes y martes
luego de las elecciones presidenciales del 14 de abril. ¿Cómo? Con técnicas de
manipulación propagandística que anulan la parte racional del cerebro.
El
ser humano, tal como lo explicó el psiquiatra, evolutivamente ha desarrollado
varios cerebros: uno muy antiguo, heredado de los reptiles, donde están las
conductas básicas, como rabia y ataque, huida, miedo, sexualidad, apetito y
territorio, “impulsos muy poderosos”; y el mameliano, donde se alojan sentimientos
de apego, amor y solidaridad. Ambos son emocionales.
Existen
dos cerebros superiores del pensamiento, uno racional y otro intuitivo. Este
último tiene más conexión con los emocionales, pero “el cerebro tiene una
dificultad: no podemos diferenciar la fantasía de la realidad” y solo una parte
del izquierdo lo detecta, pero se puede anular inconscientemente.
“Es
lo que pasó ahora y la derecha sistemáticamente lo sigue haciendo. Si alguien
como Henrique Capriles dice: ‘Yo soy del pueblo’, y sabes quién es él, quedan
dos alternativas: o prendes el cerebro racional y dices que no es así, o lo
crees y apagas el cerebro racional y dejas abierta la vía de los cerebros
irracionales”.
En
la propaganda electoral de la oposición se apeló a la esperanza; en caso de
derrumbarse, se sustituye por tristeza o rabia.
-¿Es
un proceso inconsciente?
-Totalmente.
Te apago el cerebro izquierdo, diciéndote algo que no es racional, y comienzo a
crear ilusión y miedo; por ejemplo, el país va a salir adelante, pero te pueden
quitar tus cosas. Eso genera una tensión, que mantiene a la gente en
expectativa.
ESCENARIO PARA UNA INTERVENCIÓN
Capriles
sabía, cuando habló la madrugada del lunes 15 de abril, que había perdido,
señala el experto; y “si él dice: ‘acepto que perdí’, todo ese trabajo se
transformaría en tristeza y desmovilización en su gente; y los revolucionarios
se movilizarían. Utiliza una gran estrategia: duda, acusa y dice que están
robando los votos, lo cual hace que el miedo se transforme en un tipo de rabia,
que se llama indignación”, ilustró.
Si
se expresa rabia pura, las personas sienten vergüenza y hasta culpa, pero
cuando la rabia se asocia con heroísmo, se expresa públicamente con orgullo.
“Entrar en la casa de alguien, tumbarle la puerta y destruirle los muebles
produce vergüenza, pero si es un ‘desgraciado’ que quiere robarnos el futuro,
ese acto se convierte en heroico”.
-
¿Se negativiza la imagen del chavismo?
-Se
transforma el chavismo en traición, fraude; quieren robarte tu voto y es
“justo” que sean agredidos. Salgo y me transformo en cerebro reptiliano, en un
salvaje.
-¿Se
dio un escenario para crear un enfrentamiento entre venezolanos?
-Absolutamente.
Se venía preparando y no era secreto. Diosdado Cabello y José Vicente Rangel lo
dijeron. La enorme sorpresa fue la diferencia tan escasa de votos.
-
¿Sorpresa para ambos sectores?
-
Sí. Hay que investigar para explicar por qué, en 10 días, se cambiaron 700 mil
votos de un lado para el otro. ¿Cuál es la gran esperanza de la oposición?
Ganar por la vía electoral, que sería la legal y pacífica; la otra es crear un
escenario que amerite una intervención extranjera.
NO PODÍAN LUCHAR CONTRA CHÁVEZ
El
psiquiatra estima que detrás de la oposición hay un equipo de expertos pagados
para abordar con propaganda al pueblo venezolano. Por ejemplo, evitar la
desmovilización de sus seguidoras y sus seguidores, que fue lo que ocurrió el 7
de octubre de 2012 cuando se reeligió Hugo Chávez y las electoras y los
electores no se movilizaron el 16 de diciembre en las elecciones de
gobernadores.
En
la campaña de Capriles, esos expertos se dieron cuenta de que no podían luchar
contra Chávez y sus símbolos, porque “perdían”, así que se camuflaron, llamando
su comando Simón Bolívar, usando la bandera y el logo del Bicentenario.
“El
mensaje fue: respetamos a Chávez, es un gran líder, pero su gente no es Chávez.
¿Qué vendrá? Una pila de zamuros que le caerán a Venezuela para robarla.
Dijeron: ‘nosotros, los opositores, sí somos revolucionarios, queremos al
pueblo, le daremos nacionalidad a los cubanos y legalizaremos los títulos’. Si
usas el cerebro racional, dirías: ‘Eso es cuento’, pero si aceptas que tiene
buenas intenciones, apagaste ese cerebro”.
-¿Esa
campaña de supuesta tolerancia se cayó con la violencia de esta semana?
-Claro.
Pero si a Capriles le llegan a armar un expediente -que de verdad lo dudo,
porque tenemos una tradición grande de impunidad en el país- sus abogados y él
mismo dirían que nunca jamás usó la palabra violencia, o que salieran por la
fuerza.
-
Pero dijo que descargaran su arrechera
-
Pero en los cacerolazos y eso no es llamar a la violencia. Dicen y dirán:
‘¿Quiénes llamaron a la violencia? Los chavistas, que son violentos; esos
muertos no son nuestros, sino producidos por el chavismo’. Quien sigue a Capriles
vuelve a ponerse en la paradoja: ¿miente o no? Veremos si se prende su cerebro
racional o reptiliano, y si sigue programado.
CAMBIO CULTURAL
Para
González, 7,2 millones de venezolanas y venezolanos siguen programados, lo cual
les ha causado dos enfermedades mentales: paranoia inducida y disociación.
“Disociar es convivir con dos realidades opuestas, dos creencias
irreconciliables, sin darse cuenta de la contradicción. Por ejemplo, estás en
un restaurante tomando un whisky 20 años, con una camioneta que costó 700 mil
bolívares, y dices que la situación está malísima y no se puede vivir en este
país”, retrató.
-¿Qué
se puede hacer con esa gente enferma?
-Hay
una parte irrescatable. Las personas que sufren psicológicamente es porque
están programadas por sus padres para sufrir. Cuando reconocen el problema y
quieren cambiar, van a un psiquiatra y tardan tres años en poder cambiar. Las
personas programadas durante el paro petrolero del 2002 y 2003 son, a mi
juicio, absolutamente impermeables, a menos que recibieran una ruptura
paradigmática.
-¿Así
se les destruyan sus relaciones con amigos y familia?
-Sí.
Pero hay un grupo de personas, que deben ser quizás como 5 millones, que están
allí y sobre ese grupo hay que actuar. Pienso que ha habido una desidia con las
y los estudiantes de primaria y secundaria; se les debe enseñar historia, por
qué somos como somos, el efecto de Estados Unidos en América Latina, qué ha
pasado en los anteriores gobiernos. Hace falta una reforma curricular y allí me
he estrellado yo.
-¿Se
podría subsanar con acciones como el cierre de Globovisión o su venta para
cambiar su línea editorial?
-No,
lo transforman en mártir. Hay que utilizar las redes sociales, los medios, las
escuelas, todo, para crear el nuevo paradigma, pero tenemos dos años para
hacerlo.
-¿Por
qué dice dos años?
-Porque
van a preparar el revocatorio. Hay un grupo del chavismo duro e incondicional.
Al lado hay un grupo ilusionado por obtener cosas, pero si un día va a Mercal y
no consigue lo que quiere, le echa la culpa al gobierno y se pasa al otro lado.
-¿Qué retos quedarían para el
gobierno?
-Hacerse
una autocrítica severísima desde las encuestadoras -porque todas se
equivocaron- hasta los gobiernos locales. Se deben abordar factores que tocan
de refilón, pero son importantísimos, como combatir la ineficacia, la
corrupción, la inseguridad y la impunidad. La corrupción es un mal nacional,
pero debemos especificar qué es corrupción e ineficacia, porque la gente tienes
otros conceptos. Se requiere un proceso de educación cultural.
MIEDO Y RABIA VERSUS AMOR
Pese
a ser un líder contradictorio, porque dice ser del pueblo pero perteneció a la
ultraderecha, las seguidoras y los seguidores de Capriles no le ven defectos
“porque están programados, con el cerebro racional bloqueado. Todo se obvia:
cómo hizo su carrera política y que su familia está ligada a las
trasnacionales”.
-
¿Pero hasta el pueblo humilde le cree?
-Un
ejemplo: excepto mi vecino del frente, que es chavista, todos, incluyendo los
barrios, son caprilistas, gente humilde. En la esquina hay una casa que está en
construcción por la Gran Misión Vivienda Venezuela, y era un ranchito, y en las
elecciones esas familias pusieron un afiche de Capriles de arriba abajo. Y se
la están regalando. Están disociados.
-¿El
modelo socialista que plantea el chavismo es viable con una sociedad programada
así?
-Hay
que volver a programar. “Yo soy Chávez” es un programa para activar el cerebro
emocional amoroso. La programación es inevitable, no se puede hablar
racionalmente todo el tiempo. En situaciones límite actúa el cerebro
reptiliano, que transforma miedo en rabia para sobrevivir, pero transformar
miedo y rabia en amor, que es lo que pretende la Revolución, es más difícil.
Toda la propaganda de Maduro se fundamentó en lealtad, fidelidad y amor, que
son principios fundamentales.
-
¿Pero más de 700 mil personas salieron a votar por la otra opción?
-El
otro se fundamentó en la sobrevivencia: no hay alimentos, no hay electricidad,
tu vida está en peligro por la inseguridad, tu futuro está en peligro. Infundía
miedo y rabia. Y cuando pones a competir amor versus miedo y rabia, ganan los
últimos.
-¿Qué
le faltó a la campaña electoral de Nicolás Maduro?
-Infundir
miedo real. Decir: “Es mentira, ¿quién es Capriles? Vas a perder tu casa”. Doy
clases en la Unefa y la mayoría de estudiantes votó por la oposición. Si
Capriles llega, ¿qué hará? Cierra la Unefa y sus títulos no valdrán. Cerrará
los CDI, se acabó Mercal, misión Vivienda. Hay un documento que habla sobre
eso, pero la Revolución no hizo propaganda.
EL USO MILITAR DE LAS REDES SOCIALES
De
acuerdo con el psiquiatra Heriberto González, la programación mental trascendió
a ver Globovisión, canal que mantiene una línea editorial propagandística
antichavista, y llegó a las redes sociales. “Es un uso militar”, con la
creación de rumores.
Las
redes sociales las usan las y los jóvenes y permite la movilización inmediata,
según González. “Durante el golpe de Estado, VTV no sabía qué hacer, no tenía
equipos para responder, y menos en el paro petrolero. En estos años se han ido
emparejando con las televisoras, pero han surgido las redes sociales y, si no
hubiera sido porque Hugo Chávez empezó a tuitear, la gente de mi generación no
las usaría jamás”.
FORMACIÓN PARA DESPROGRAMAR
El
psiquiatra Heriberto González produjo un material en DVD, llamado “Curso de
formación histórico-político”, para instruir durante 20 horas sobre los
mecanismos psicológicos y su historia; cómo se hace la programación mental,
cómo se ha usado para dominar, colonizar, con ejemplos concretos. Incluye audio
y video, así que no necesita un instructor.
“Me
ha llevado entre 10 mil y 15 mil horas de trabajo”, equivalente a más de un año
de esfuerzo día y noche. El audiovisual está a la orden.
OPOSICIÓN RECURRIÓ EN CAMPAÑA AL ESTIGMA DE CLASES CONTRA MADURO
El
estigma de clases reinó en el colectivo que creyó en la opción de Henrique
Capriles. Para el psiquiatra Heriberto González, el programa inicial fue decir
que Hugo Chávez es un líder respetado, mientras Nicolás Maduro no, “es otro”. Y
sobre esa idea “se van agregando creencias”, como que íbamos a ser gobernados
por un chofer.
“Rómulo
Betancourt fue bachiller, al igual que Carlos Andrés Pérez. Lula y Evo Morales
terminaron primaria y fueron y son capaces de sacar sus países adelante.
Vicente Fox, quien era empresario, arruinó a México. Y los gerentes de Pdvsa la
estaban vendiendo, la pararon y los obreros la salvaron. Es parte del estigma
de clases”, concluyó.
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Se apuntó más al clasismo que al racismo, en vista de que no estaba Chávez, el
mulato?
-
Claro, por la misma pinta de europeo que tiene de Maduro.
PROGRAMA: “YO SOY VENEZOLANO”
El
miedo, según González, indujo a que se perdiera la enmienda constitucional: “Te
van a quitar tus hijos, tu carro, tu casa, era el lema”.
Como
ahora no es creíble, porque el Gobierno Bolivariano está haciendo casas, la
oposición dirigió la campaña la oposición la dirigió hacia la falta de
alimentos, electricidad y que en el país estaban mandando los cubanos.
“Toda
la campaña de la izquierda en el mundo ha dicho que el Imperio nos está
dominando, y la oposición acá la invirtió al decir que Cuba nos dirige, bajo el
lema: ‘Yo soy venezolano y no me dejo controlar por Cuba”, contrastó.