El Gritón: Voz revolucionaria

viernes, 6 de febrero de 2015

S 4/F


Macario Sandoval (*)
En días previos al 4 de Febrero de 1992, escribir, leer, hablar o escuchar sobre el tema:- “Golpe de Estado”, era algo cotidiano; muros, paredes, casillas de telefonía pública, hojas volantes apócrifas exigían o anunciaban como un hecho la necesidad de un golpe contra el mal gobierno.

Y es que realmente dentro del tejido político de la propia derecha, se manejaba como salida a la enfermedad de “la política del péndulo” de una vez los blancos y otra vez los verdes; modelo de la llamada democracia representativa, donde el soberano sólo era importante en tiempos electorales y donde unos pocos disfrutaban de la riqueza inmensa de la patria, pero al mismo tiempo generaban de su seno pobreza descomunal; Gobiernos adecos-copeyanos, que durante 40 años de malas gestiones lo que hicieron fue hipotecar, regalar y vender el país a precio de gallina flaca.

La represión brutal y antihumano de aquellos gobiernos no pudo reducir la rebeldía del venezolano, de nada les sirvió perseguir, encarcelar, torturar, desaparecer o exiliar a centenas de patriotas, que durante 40 años sufrieron quizás mucho más que lo vivido en tiempos de la dictadura perezjimenista; porque ahí siempre estuvo el pueblo insurrecto a la espera de levantar la bandera de la dignidad patria, por eso el fantasma de aquella frase pintada sobre piedras, paredes y casillas de teléfonos públicos de “Golpe Ya”, llegó a convertirse en exigencia de que alguien tenía que hacerla realidad.

El pueblo con su intuición natural tuvo resistencia y paciencia de espera, y ese día fue el 4-F, hecho que hoy alcanza 21 años de lo que bien podemos calificar como día de la redención y dignidad de Venezuela.
Se hace Importante y necesario destacar que de no haberse protagonizado la rebelión de los jóvenes militares bajo el liderazgo del comandante Hugo Chávez, ese 4 de Febrero, tengámoslo como un hecho, que generales de derecha plegados a los gobiernos adeco-copeyanos y por tanto vinculado al gobierno de los Estado Unidos, hubiesen hecho el simulacro de una asonada militar., para seguir embaucando al pueblo en su política gatopardiana de:- “cambiar, para que todo siguiera igual o peor”.

Por eso aquella acción revolucionaria de los ángeles verde olivo, que por cierto ese día no contaron abiertamente con el apoyo multitudinario del soberano, tiene un valor histórico inconmensurable, ya que se la jugaron a sabiendas que la opción de victoria era prácticamente ninguna, aquello fue ciertamente una gesta con sentido de patria, que si bien es cierto, en el instante se asumió como derrota; menos cierto es que ese mismo día los de abajo, los excluidos, es decir la Venezuela mayoritaria encontró en aquel joven militar la luz de la esperanza,- repito al ver y oír que en menos de 45 segundos asumió la responsabilidad de la sublevación,- al anunciar que “Por ahora no había sido posible, pero que vendrían mejores tiempos".

El 4-F fue un batallar de aquella lucha larga que había comenzado muchos años atrás, pero en esta oportunidad el pueblo sabio y paciente supo hacer lectura correcta de aquel “Por ahora”; por eso cuando tuvo y sigue teniendo oportunidad de reivindicar y apoyar el ideario y propuesta de uno de los suyos, como lo es su líder Hugo Rafael Chávez Fría, ahí está y estará en primera fila, dando la pelea contra el enemigo común de la patria, que no es otro que la oligarquía rentista que por más de un siglo ordeño la ubre petrolera, igualmente lo son las empresas trasnacionales, y muy particularmente el gobierno imperialista de los Estado Unidos que se creyó dueño y amo de la Patria que nos lego en los campo de batalla el ejército de Simón Bolívar.
En fin, el 4-F es resurrección de la nacionalidad de quienes hemos sabido lo que significa ser verdaderos venezolanos y por lo tanto latinoamericanos y caribeños, como nos enseño el padre de la Patria Simón Bolívar.
NO FUE CASUALIDAD, FUE CONSECUENCIA

Así como el tiempo no es estático, igualmente la historia no lo es, por eso para opinar sobre un acontecimiento como el 4-F de 1992, no se puede arrancar o detener tan solo en el hecho en sí; ya que en mi criterio aquello es producto de sucesivos acontecimientos que durante muchísimo tiempo se escenificaron a lo largo de diferentes épocas.

Me explico, el 10 de abril de 1810, el 5 de julio de 1811 tienen como razón toda aquella tropelía acometida durante más de 300 años por el imperio ocupante de aquellos días, la revolución federal que comando Ezequiel Zamora se justifica por la traición cometida contra el ideario del Libertador por parte de quienes habiéndole acompañado en los campos de batalla, se habían vuelto iguales o peores que los propios invasores europeos.

La victoria del ejército de los sesenta encabezados por el nacionalista Cipriano Castro a finales del siglo XIX, es producto entre otras cosas de la decadencia del modo gubernativo que habían implementado durante más de 30 años quienes habían traicionado y asesinado al revolucionario Ezequiel Zamora

Es decir, todo es consecuencia, nada es espontáneo, el 4-F de hace 23 años, recoge el espíritu del 23 de Enero de 1958, que fue traicionado por la autodenominada “Generación del 28”, es la continuidad de la resistencia que dieron entre otros los comandantes Hugo Trejo, Fabricio Ojeda, José María Castro León o Juan de Dios Moncada Vidal, al oponerse abiertamente al régimen “Punto-fijista” instaurado por los partidos Acción Democrática y Copei quienes al igual que lo hicieron Guzmán Blanco con Ezequiel Zamora y Juan Vicente Gómez con Cipriano Castro, traicionaron la esperanza del pueblo venezolano durante más de 40 años.

La rebelión de aquellos jóvenes militares del 4 de Febrero de 1992, se subsume en toda esa historia y recoge la dignidad del pueblo de Guarenas y Caracas que el 27 y 28 de Febrero de 1989, que reaccionó contra el paquete neoliberal impuesto por el Banco Mundial a la República de Venezuela a través del según gobierno de Carlos Andrés Pérez; quien había prometido villas y castillos en la oferta electoral que lo llevo a Miraflores, para luego salir pidiendo sacrificios dolorosos al pueblo que había creído en él.

Ese alzamiento armado del 4-F que no se concreto en golpe militar, fue el preámbulo que abrió la puerta a la victoria que se dio el pueblo venezolano en 1998, cuando hizo presidente de la República a Hugo Chávez, al colocar allí en Miraflores por primera vez a uno de los suyos después de 190 años de vida Republicana.

Aquí es interesante destacar que ese día martes 4 de Febrero e 1992, el líder insurrecto dio la cara, responsabilizándose de ser y estar al frente del movimiento, al tiempo que hizo llamado a las tropas bajo su mando a rendirse en razón que allí en Caracas el objetivo no se había logrado, dejando en el ambiente “El Por ahora” que se convirtió en esperanza redentora de un pueblo que históricamente había sido traicionado una y otra vez.

Dos años y un poco más estuvo en la cárcel junto a sus compañeros de causa, y cuando fue absuelto se lanzo a la calle a encontrarse con el pueblo que desde el 23 de Enero de 1958; y febrero 27 y 28 de 1989 andaba insurrecto a lo largo y ancho de Venezuela, y por ahí sigue junto a los suyos, diciendo y haciendo causa común con los de abajo, con los proletarios, con los pobres, por los que se desvela día y noche.
Espíritu rebelde que está intacto, y aun en medio de su paciencia, se encuentra como la liebre, dispuesto a salir a defender lo que con tanto esfuerzo, dolores y lagrimas se logro perseverantemente por fin hace 16 años, cuando con su participación democrática, instaló allí en el mero centro del poder (Léase Palacio de Miraflores),-repito a uno de los suyos- esa persona vergataria, como lo fue y sigue siendo ese ser fuera de serie, que hoy el planeta reconoce como Hugo Chávez Frías, rehabilitador de La Patria, después de casi 200 años de oprobio y traiciones, de aquella oligarquía que después de la siembra del padre Bolívar, comenzaron a llamarse “Paecistas” o “Monaguistas”, Conservadores o Liberales, para finalmente, autodenominarse Adecos o Copeyanos, Blancos y Verdes, que en esencia siempre fueron o representaron la misma oligarquía parasitaria, los mismos intereses que incluso, en estos tiempos de revolución, siguen en su objetivo de imponer su ley del capital, por eso sus acciones denominadas hoy, como guerra económica, que no es otra cosa que método subversivo, a través del cual buscan debilitar el apoyo del pueblo que tiene la revolución chavista, y por esta vía hacerse nuevamente al control del Estados Venezolano y para ello, mantiene su alianza, mejor dicho su entrega o sumisión al papa de los helados, (Léase gobierno de los Estados Unidos de Norte América), quien ahora legisla desde el Senado de esa Nación dizque para imponer sanciones económicas a Venezuela, como si nosotros los Bolivarianos, fuésemos una estrella mas de la bandera gringa.
De manera tal, que necesario es, reaccionar, como dijera el Papa Juan Pablo II, y tener en cuenta que  golpe anunciado, si estamos alertas, como nos dice el Presidente Nicolás Maduro, bien lo podremos neutralizar y evitar, y eso para nosotros y la Patria entera, significaría darle una derrota a los apátridas y al imperio yanqui, que al igual que salió de Vietnam, tendrá que irse de aquí del suelo patrio de Bolívar y Chávez.
………….
(*) Palabras disertadas en Plaza Bolívar de Coloncito, con motivo conmemorar  23 años de la rebelión de los Ángeles Verde Oliva.

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