El Gritón: Voz revolucionaria

lunes, 11 de marzo de 2013


PERDÓN PARA QUIENES SE ALEGRAN DEL DOLOR Y TRAGEDIA DE OTROS.

Por Macario Sandoval.

Hay situaciones o cosas que son muy de uno, y por ser así se quedan rabiando en lo más adentro de cada quien, y aún que ello es respetable, creo que no debieran situaciones de esas, quedarse  como secretos en el corazón de esa individualidad, ya que situaciones como esas hacen daño a la salud espiritual de  quienes soportan en sus adentros esas emociones negativas,  de allí que en mi criterio,  por el contrario a veces es saludable, decirlo, mejor dicho contarlo para que lo negativo escape y no siga haciendo daño.
Razón tengo  o quizás necesidad de narrar exactamente el instante en que me llegó la infausta noticia de la desaparición física de nuestro añorado y amadísimo líder de La Patria comandante Presidente Hugo Rafael Chávez Fría.
Recuerdo que siempre tuve la esperanza que ese gallardo y excepcional ser humano superaría  en buena lid el trance por el que estaba pasando. Solo en la noche del día lunes 4 de marzo, cuando el ministro Villegas dio aquel parte médico diciendo que se había agravado su estado respiratorio pensé:-“coño está jodido el presidente”.
En la madrugada del martes viaje a San Cristóbal, a mi trabajo en sede de Misión Sucre; fue un día un tanto agitado; en la tarde regrese al terminal eran  las 4, la buseta salió a eso de las 4:45 pm.  A la altura de Táriba leí  mensaje de un “chácaro” quien preguntaba.-“que estaba sucediendo que habían mucho rumores”. A quien le escribí:-“Él está atravesando por un momento muy difícil, solo su temple de ser excepcional lo mantiene luchando por su vida, que pudo haber sido contaminada por el criminal enemigo del norte. Elevemos canticos de amor y unión por la memoria siempre viva del presidente Chávez (5:13 pm)". Igualmente reenvié  el texto a mi esposa y a mis hijos.
 La buseta rauda paso por Cordero, sin que me percatara, iba adormitado cuando de repente la mirada de unas señoras conocidas me informaron que por la radio estaban anunciando  la muerte del Presidente Chávez; active mi teléfono y leí un texto que Decía-“ Estoy muy triste. Chávez  muerto,”. Aquello fue como un corrientazo, y sin que pudiera contener  una especie de berrido y llanto salió de mí. Un señor  trato de consolar mi estado de congoja;  al tiempo que observe como una docente que conozco, expresaba en su cara y mirada alegría, algo así como satisfacción,  por eso  recrimine con mi voz entrecortada- “que desgracia ver personas que se alegran por lo que está pasando a un ser tan noble y solidario”- ante lo que ripostó una joven mujer de El Zumbador:-“ No saben lo que hemos perdido, pero ya lo entenderàn lgún día”  La buseta paró por un instante en un restaurant de donde me trajeron un vaso  de agua con azúcar .
Narrativa que hago, porque en verdad me indignó y dolió mucho, la cara  burlesca y  de alegría de aquella docente, como si quien había muerto le hubiese hecho algo malo a ella o a los suyos, cuando en verdad la calidad de vida que han logrado en los últimos tiempos de una u otra forma se lo deben al Presidente Chávez.

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