Macario
Sandoval
¿Cuál
cree usted es la fuerza o la clase social que tiene la hegemonía en la
conducción o construcción del denominado Socialismo del Siglo XXI. ?
-Pues
tendremos que escrudiñar en lo profundo de toda esta maraña, donde ciertamente
pareciera que todo lo que se dice y se hace esta
orientado a los de abajo, sencillamente, pero al mismo tiempo, no es
éste el sujeto social que asumen el rol de conducirle e incluso de
aprovecharle, todo parece enrarecido, es como si las líneas de orientación del
proyecto en algunas oportunidades se movieran como las agujas de
reloj, pero al revés.
¿Y la clase
obrera que pasa con élla?
-En
verdad no se nota, aún no se observa cuál podría ser el sector dominante en la
conducción y empoderamiento de la revolución; hay allí un asunto por definirse.
La clase obrera no lo es, aún cuando el propio líder (léase Chávez), hizo
esfuerzos y dió pruebas de que quería que la clase trabajadora de este país
estuviera al frente de esta revolución, pero no lo es así, y esto quizás es producto
de carencia de conciencia de gran parte de los trabajadores, quienes aún siguen
cargando con el pesado legado que por décadas le inyectaron sus
patronos ya fuesen del sector privado o público. Existe allí
como una modorra, su lentitud que no termina de dar el zarpazo que conlleve
la toma o asunción del control de la conducción del proyecto revolucionario,
por ninguna clase en particular.
¿Entonces
qué papel juega la clase media en esta coyuntura proclamada como revolucionaria?
-Es que
incluso, hasta eso, ese sector medios de la vida venezolana, ha estado atrapado
en la confusión que la ideología imperante le ha inyectado, están como en un
saber que hacer, o quienes son; su terrible estado de
enajenación les ha conllevado a ser aliada, tal vez sin darse cuenta
en muchos de los casos, que su principal enemigo histórico, como es
la clase burguesa, es decir los verdaderos ricos del país, y de más allá
de la patria, quienes se enriquecieron a costa de los de abajo y la
clase media. Ahí los vemos opuestos a una propuesta, a un proyecto que en la
mayoría de sus líneas maestras apunta a favorecerles, pero es como quien no
quiere ver, ni entender, hoy viven mejor que ayer, pero repiten como loros:-“
ésto está peor que ayer”. Esa irracionalidad esta aconteciendo con garn parte
de la clase media Venezolana desgraciadamente.
¿Quiere
decir que no hay salida o por el contrario existe tal posibilidad?
-Po su puesto,
toda revolución tiene sus instantes de concreción, o
mejor dicho de definición, y eso no está al voltear de la esquina, se requiere
tiempo y perseverancia, paciencia y trabajo de sus conductores, quienes poco a
poco tendrán que ir haciendo entender al sujeto para el que se
construye el proceso, que él mismo debe tomar el sartén
por el mango y asumir el rol que le corresponde. En eso creo que
estamos por ahora, de allí que no podemos afirmar ni decir que está sea una
revolución del proletariado, estamos muy lejos de éllo, tampoco es
de los trabajadores de la clase obrera porque éstos hasta
donde se observa se han quedado en el aparato, son
colectivos casi pasivos que pareciera conformarse con los aumentos de salario
que anualmente anuncia el líder del proceso, no luchan, no pujan
para buscar tener el control o hegemonía de la conducción del proceso
revolucionario, y mucho menos de la clase media que pudiéndose
empoderar del proceso, por el contrario mucha de élla, se alejan de él.
-En este
caso en particular, la dirigencia sindical se ha burocratizado, es como si se
hubiese cansado, o logrado el clímax del objetivo por el que siempre dijeron
que luchaban.
En
verdad algo ha estado sucediendo en el movimiento obrero, que
teniendo en bandeja de oro la posibilidad de ser el sujeto principalísimo de la
revolución, no acaba de hacerlo, hay exceso de conformismo o
carencia de conciencia de clase y por lo tanto del rol protagónico que le
corresponde. Uno ve, como en las Europas y algunos países de América latina los
trabajadores y movimientos sociales compuestos por la clase obrera
hace un gran papel en el desarrollo, defensa y concreción del poder
obrero.
¿Es por eso
que el poder popular apunta a ser el sujeto principalísimo de esta revolución?
-Realmente es
una propuesta que se ha puesto en la palestra y está tratando de hacerse en la
praxis; sobre esta concepción se ha hablado y escrito muchas cosas,
incluso se ha llegado a legislar para normar que el denominado poder
popular vaya asumiendo desde abajo los asuntos que históricamente le
han sido propios al poder local o municipal; pero falta mucho, hay
necesidad de dar conocimiento, formación ideológica para que quienes
asumen ese papel sepan de lo que se trata. En otras palabra, se requiere
politizar en el buen sentido esa propuesta tal cual lo establece la propia ley
que norma y da piso jurídico a los Consejos Comunales.
-Que aquella
comunidad que libérrimamente opte por organizarse en consejos
comunales y en esa instancia superior denominada Comunas, tenga conciencia que
son gobierno, que tienen responsabilidad y corresponsabilidad en todos los
asuntos que acontecen en el área perimetral donde queda el hábitat
de esa estructura social. Que sepa y asuma que son voceros de esa organización
cuando haya recursos financieros y cuando se carecen de éllos, que
entiendan que existen muchas cosas que se pueden resolver con el apoyo
solidario de las propias comunidades, sin que se dependa de “papá gobierno”.
Por ahí debe apuntar el desarrollo del avance y consolidación del poder
popular, de lo contrario a punta de billete, en mi criterio no se puede
sostener ningún proceso revolucionario.
¿Ante esa
ausencia de un sujeto social capaz de asumir la hegemonía del
proceso transformador que podemos esperar?
-Tiempo al
tiempo, seguir en la brega, no aflojar ni por un instante, saber que la
contrarrevolución anda en lo suyo, y si llegáramos a equivocarnos la
reacción no perdería oportunidad para asumir de nuevo los espacios que pocos a
pocos después de décadas el pueblo ha logrado conquistar. Tenemos que jurungar
a la clase trabajadora para que sea más protagónica y explicarle a la clase
media que élla históricamente ha sido utilizada y frenada por la burguesía
interna y externa, que revise los avances y mejoras que como clase que
está en medio de los de abajo y la burguesía, que se detenga a
revisar y ver la calidad de vida que han logrado en estos
últimos diez años; esto claro está, sin descuidar al pueblo de menos recurso
que es manipulable por la contrarrevolución que ahora dice que este proceso de
inclusión les va a quitar lo que ésta les ha entregado.
-Por ello,
es urgente que la clase dirigente, los cuadros políticos que aparecieron y aún
siguen con el Líder y aquellos otros que históricamente han estado en la
izquierda junto a la nueva generación de jóvenes que hoy se han
incorporado a este proceso transformador, tienen que dejarse de
complejos y tonterías, entender que hay que hacer cada vez mas política
capaz de contrarrestar la perversa política de la contrarrevolución.
Saber y entender que sin confrontación, no habrá revolución y por ahora la
confrontación está a nivel de ideas, es decir de la política, por eso no
es correcto que solo la contrarrevolución sea quien haga política anti todo,
mientras que la izquierda un tanto desdibujada no termina de definir
el discurso y rol que le corresponde a la hora de hacer su política
revolucionaria, haciendo conocer por ejemplo las bondades del socialismo.
-De allí
que es bueno tener presente que el estado de alienación en que la
contrarrevolución ha sometido a grandes sectores del pueblo, solo será posible
contrarrestar con verdaderas políticas que se hagan desde el pulpito
de la izquierda.
…………………………….
Macario, no podrá la clase trabajadora, la clase explotada, desde ninguno de los segmentos o sectores que la conforman, encabezar, dirigir y desarrollar la revolución, mientras mantengamos al pueblo a merced de la ideología burguesa y mientras los elementos que debieran estar a la vanguardia de la formación del pueblo, su organización y movilización continúen medrando bajo la sombra del Comandante Chávez y horadando las bases del proceso con su accionar contrarrevolucionario y su silencio cómplice, me refiero al Partido y los partidos que dicen apoyar el proceso bolivariano, socialista.
ResponderEliminarLa operación psicológica que ejecuta desde hace años, el imperialismo aliado con la burguesía nacional e internacional, se mantiene y arrecia cada día, mientras los responsables de los partidos de izquierda callan, por desconocimiento o por complicidad.EFICIENCIA O NADA, pareciera haber sido sembrada por Chávez en el arenal del desierto en lo referente a los partidos y a la administración. La Crítica y Autocrítica siguen siendo solo vocablos vacíos de significado revolucionario. Las tres R, parecen haberse convertido en regresar, retroceder, renunciar. No podemos seguir esperando que la clase trabajadora se coloque a la cabeza de la revolución si no la formamos, la organizamos y se moviliza contra la burguesía y el imperialismo que la explotan. La alienación no se combate con esperanzas, con rezos o con buenas intenciones, hay que combatirlas con acciones revolucionarias desde la formación ideológica y política hasta el empoderamiento del pueblo a través del poder comunal. Ahora o nunca. Chávez siempre dio el ejemplo de formación del pueblo, fue un pedagogo de la revolución, y dejó elementos de formación que debemos utilizar para que nuestra clase obrera pueda tomar las riendas y avanzar en la revolución.