Por: Macario Sandoval (*) |
¿Qué hacer, para hacer algo que por lo menos sea un poco menos
capitalismo?
Parece que ahí está el kit del asunto, se escribe mucho, se habla
mucho, pero en la vida real se hace casi nada por desaprender de nuestra
cultura social y económica que no es otra que la práctica capitalista, ya que
todo se mueve en torno al capital, a la renta, a la ganancia, a la explotación
de muchos por unos pocos; es como si el modo de producción capitalista fuese
inmodificable; esto en razón a que se observa como en medio de un proceso que
ha sido proclamado anti-imperialista, anti-capitalista y por lo tanto de
tendencia Socialista, lo menos que se hace es algo que a simple vista podamos
calificar de anti-capitalista, y eso es grave en razón a que seguimos
trabajando en la idea de crear, formar o constituir un sistema Socialista:-“con
las herramientas melladas del propio capitalismo”, como lo diría el Ché
Guevara.
En verdad hoy, las familias venezolanas han mejorado
notablemente, muchos hogares han logrado que en tan sólo un poco mas de una
década de proceso revolucionario, muchos de sus integrantes han podido alcanzar
mejores niveles en lo académico y por lo tanto en lo económico-social, tiene
mejor hábitat y hasta uno y dos carros, disfrutan de atención médica gratuita
en los hospitales y clínicas populares creadas por la Misión Barrio Adentro,
y/o a través del IPAS-ME y Los Seguros que el propio Estado Venezolano brinda a
muchos de sus funcionario y empleados, a lo largo y ancho del país; pero por
otro lado se observa que muchas de esas familias que han mejorado notablemente
su calidad de vida, se desenvuelven en la cotidianidad con conductas
capitalista al no compartir con nadie, al extremo que cada vez quieren acceder
o percibir mayor capital, ya sea a través de créditos o producto de explotación
de otras familias a las que tienen sometidas y mal remuneradas por el trabajo
que realizan. Es decir, hablan y se proclaman socialistas, pero actúan y viven
como capitalistas, se han enfiebrado con la maximización de la ganancia, le han
encontrado el gusto a la plusvalía que en condiciones muchas veces inhumanas
producen seres, que solo conciben como peones.
Muchos de esos falsos Socialistas, tiene origen humilde, pero como se
les subió el capital a la cabeza, les importa un bledo si en el barrio o
caserío donde nacieron y se criaron siguen existiendo o empeorando los
problemas de siempre, el sentimiento de amor que mueve a todo buen
revolucionario, se les ha marchitado, es decir la solidaridad brilla por su
ausencia en esos corazones que se parecen seguramente a una pasa amarga.
Muchos camaraditas que han logrado tener y contar con cosas de las que
tan solo ayer carecía, han dejado de lado que en tiempos de la cuarta república
luchaban por causas nobles, eran personas desprendidas y hoy que se han
resuelto como dicen por allí, se han vuelto egoístas, al extremo que no son
capaces de aportar ni una hora de su tiempos en trabajo voluntario o en tender
la mano a un compañero o compañera; más sin embargo, para no perder su
apariencia de persona revolucionaria, pagan o cancelan el días o unas horas a
otros para que asista a equis jornada de trabajo voluntario. ¡Pura hipocresía!
Hay otros tipos de supuestos socialistas, que “anduvieron por ahí
bregando por la causa” e hicieron hasta sacrificios, allí siempre estaban en
pie de lucha, colaboradores a carta cabal, sin embargo ahora como son
funcionarios públicos, y/o testaferros ya no tienen tiempo para dedicarle a la
revolución.-“eso que lo hagan otros que yo ya llegue donde quería estar”- Algo
así como la revolución de estómago; por eso se requiere con urgencia poner en
práctica una jornada de toma de conciencia, que bien podríamos bautizar como un
“Yo Sí Puedo Ideológico”.………………………..
(*) Miembro del PSUV-Táchira
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