Macario Sandoval *
El hecho político siempre es una cosa terriblemente incomprensible,
tanto para unos como para otros. En este contexto hay quienes prefieren hacer
política al boleo, sin definiciones o declaración de principios, lo consideran
más conveniente, y pragmático. No hay inconveniente del por qué y para que qué,
la idea es ganar adeptos para un fin que busca concretarse en determinado
espacio y momento. Lo importante es vender el símbolo, el color, la consigna o
el single; piensan que más adelante se ajustaran las cargas. Parten de la idea
que a la gente se le hace más conveniente adherirse a un conjunto de ideas
generales que no implica definiciones de orden ideológico llámese de derecha o
izquierda.
Por el contrario, hacer política en el marco programático e ideológico,
conlleva sin duda alguna a mayores compromisos para con la organización y por
supuesto para con el fin último en lo concerniente a la definición ideológica;
por eso encontramos que en las organizaciones progresistas de pensamiento
socialista siempre se presentan contradicciones entre factores o tendencias
internas que pujan por imponer tesis ponderadas algunas y radicales otras, esa
ha sido la cotidianidad en las izquierdas Latinoamericanas y más aún cuando
éstas, se han adaptado al modelo de la llamada “Democracia representativa”.
Es entonces cuando queda al descubierto el pragmatismo, su objetivo:
mantenerse el control de espacios de gobierno, dejando de lado lo ideológico,
para ellos lo importante es mantener el cargo burocrático
Conducta política que está vivita y coleando, en el seno de
organizaciones de izquierda y de ello, por supuesto no escapa el PSUV, donde
seguramente, para algunos era o es más fácil hacer política a través de
organizaciones que ni son chicha y menos
limonada; que hacerlo con un partido político que se define abiertamente:
Socialista y donde su máximo líder ideológico lo fue y sigue siendo el nieto de Maisanta, quien tuvo el acierto
de declararse: Anti-imperialista, anticapitalistas y Socialista del siglo XXI
Por eso siempre, seguramente se estarán abriendo las compuertas para
el debate, entre los que consideran que es más fácil avanzar o mantener puestos
de gobierno sin la definición ideológica, y los que creemos que todas
revolución, para que pueda caracterizarse o llamarse revolución, tiene
obligatoriamente que estar imbuida de un alto grado de pensamiento progresista
y en el caso particular de Venezuela, impregnada del legado patrimonial de la
humanidad que conocemos como Socialismo; de lo contrario con el pasar del tiempo
el PSUV, no pasaría de ser otro partido Socialdemócrata de centro izquierda,
como los partidos socialistas de Europa, que de izquierda y Socialistas no
tienen casi nada. De allí que tenemos que cuidarnos de quienes añoran militar en un partido desideologizado,
que nada tenga que ver con el socialismo del siglo XXI., que surgió de la mente
lúcida de ese gigante que antes de marchar a la posteridad, nos dejó bien claro
lo que significa el principio y el fin de la causa revolucionaria: que no es
otra que tener Patria.
.............
(*) Miembro del PSUV-Táchira
Al parecer. finalmente comienzan a enterarse del papel que debe ejercitar el Partido Revolucionario en función de formar, organizar y movilizar al pueblo, participando dentro de ese pueblo y no desde la casa de partido. El PSUV, no ha escapado a la penetración de la quinta columna traidora, de la socialdemocracia burguesa y de el reformismo capitalista disfrazado de socialismo, tres fuentes que ponen en peligro la revolución bolivariana desde dentro, porque han logrado penetrar el partido y desde esta ocupan posiciones de poder en el gobierno y son los que hoy tratan de desviar el proceso hacia el socialismo del siglo xxi, con posiciones reformistas, abiertamente contrarrevolucionarios, buscando que al capitalismo no se le toque ni con el pétalo de una rosa. Deber ineludible de los verdaderos Chavistas, revolucionarios, denunciar y combatir estas corrientes y personajes que tanto daño pueden hacer al proceso Bolivariano.
ResponderEliminar